miércoles, 10 de febrero de 2016

Los Sentidos

El Sentido del Tacto
El tacto equivale a un lenguaje en el recién nacido. A través del contacto con la piel de su madre capta sus vibraciones y experimenta los sentimientos que ella le proporciona.
La sensibilidad al tacto está bien desarrollada en los recién nacidos, y prueba de ello son los reflejos que poseen al nacer, ya que éstos revelan que el recién nacido responde al tacto especialmente alrededor de la boca, en las palmas de las manos y las de los pies.
Tan pronto como los niños pueden coger objetos el tacto se convierte en un medio muy importante a través del cual investigan su mundo.
Para educar el tacto de niño es fundamental la .percepción de materiales variados, es decir, variabilidad de atributos en sus características principales de: forma, textura, peso, humedad, temperatura, volumen, densidad, etc.


El Sentido del Gusto y del Olfato
El gusto y el olfato sirven para detectar la presencia de determinadas sustancias en el ambiente.
Los dos sentidos trabajan íntimamente unidos a causa de su proximidad fisiológica. Cuando una persona gusta algo también huele; en realidad el olfato influye o determina el gusto.
Desde el nacimiento el niño reconoce gustos y sabores y lo manifiesta mediante sus reacciones y expresiones faciales.
Lo mismo podemos decir del olfato, ya que ciertos olores pueden producir en el bebé relajación facial e iniciación de movimientos de succión. .
Tanto las sensaciones olfativas como gustativas nos permiten evocar situaciones a partir de sabores y aromas, lo que de alguna manera convierte las experiencias diarias en acontecimientos con los que se establecen lazos de relación e identificación con el entorno.

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